Dada la crisis sanitaria provocada por la propagación del CORONAVIRUS COVID-19 y a la declaración del Estado de Alarma en nuestro país, en el Despacho, hemos adoptado una serie de medidas tendentes a garantizar el servicio, salvaguardando al máximo la salud de nuestros clientes y colaboradores, así como la salud de nuestros equipos de trabajo.

Hoy por hoy, la mayor parte de nuestros clientes atraviesa la situación más difícil a lo largo de su historia empresarial: no sabemos a qué atenernos, ni con nuestras plantillas de trabajo, ni con nuestros proveedores, entidades financieras, etc.

Desde el Despacho, intentaremos atender de forma ordenada y a la mayor brevedad, el ingente número de consultas que nos están realizando. Para ello, con las adecuadas medidas de seguridad, hemos reorganizado el trabajo estableciendo reglas para evitar y reducir la frecuencia y el tipo de contacto de persona a persona, minimizando así la exposición al virus, de forma que, dicha reorganización nos permita prestar, de manera eficiente, los servicios que se nos demandan.

Por tanto, les informamos que trabajaremos a puerta cerrada, suprimiendo todo tipo de reunión presencial, prestando la asistencia jurídica que se precise a través de medios tecnológicos (vídeoconferencia, emails y asistencia telefónica), permaneciendo cerrado el Despacho para atención al público.

Estas medidas tendrán efectos hasta que desparezca la situación de riesgo derivada de la propagación del COVID-19, salvo que, posteriormente, por disposición gubernativa y en base al Estado de Alarma decretado, haya que adoptar cualquier otro tipo de medida más restrictiva, en cuyo caso, les informaremos inmediatamente.

Esperemos que la situación pueda resolverse lo antes posible y volvamos de nuevo a la normalidad.